jueves, 24 de febrero de 2011

Bye, bye, Barcelona...


Si hay algo mejor que irse de vacaciones, aunque sólo sean unos días, es hacerlo cuando los demás trabajan...


Dublin...here we go!!

martes, 22 de febrero de 2011

Querido amigo humano:

A veces nos hacemos unas cosas más feas unos humanos a otros que realmente dan una pena... Desde las barbaridades gordasgordas que pasan en el mundo todos los días, hasta los empujones, malas caras, contestaciones fuera de tono que, aunque sean faltas más leves, también pasan en el mundo todos los días. Y son tristes. Jo, qué lastima. Con lo bien que estaría todo si nos lleváramos bien. 


Hoy he leído, a través de María Sampedro, que un tío ha matado a tiros a otro hombre en Riga porque hacía demasiado ruido comiendo palomitas en el cine mientras veían Cisne Negro. Pero por el amor de dios, ¿cómo se puede estar tan desquiciado como para matar a alguien por Natalie Portman, por mucho que esté merecedora del Oscar en la película?, ¿Cómo se puede ser tan incívico como para comer las palomitas a tal volumen como para que te peguen un tiro? Todos hemos tenido ganas de pegar un tiro a alguien en algún momento, sobretodo a desconocidos. Pero, ¡joder!, en sentido figurado. Da miedo pensar que las frases hechas a veces se pueden cumplir.


Hace tiempo, Sonsolitas, que es muy mona y de vez en cuando va mandando regalos, me envió un video que me dejó trastornada una temporada y que, cada vez que lo veo, me crea un vértigo terrible. Pero en el fondo me gusta. Me pone contenta porque me hace pensar que somos más pequeños que las hormigas del mundo de las hormigas. Es un video que, de nuevo, os invito a que veáis en un momento que tengáis tiempo y si tenéis cascos, mejor. Me recuerda que sólo las cosas importantes son las importantes.


También me cago me miedo al verlo porque pienso en ¡quién habrá por tanto campo abierto! Y pienso en Distrito 9, y en Alien, y en Encuentros en la Tercera Fase, y en La Cuarta Fase porque, sí, hay una fase más allá de la Tercera. Y me cago, me cago, me cago. 
Stephen Hawking dijo una vez que nos dejáramos de mandar señales y rollos en código binario y demás al Exterior porque cualquier día cogen el telefonillo, se plantan en La Tierra y nos dejan como Colón dejó Las Américas.


Así que mejor que empecemos a llevarnos bien entre nosotros por si vienen de fuera y la cosa se termina poniendo chunga, que puede que no todos vayan en plan buenrollero, como E.T. o el de la foto de arriba.






P.S. Ya 1000 y pico visitas. Ueeeeh!...me pone muy contenta haber pasado la barrera de los 1.000...! Muchas gracias.



lunes, 21 de febrero de 2011

Dos mundos, una misma cabeza


Hoy he ido a cortarme el pelo. Hacía un año de reloj, así de fuerte y así de antihigiénico, que no me lo cortaba. ¡Yo, que siempre he sido una lanzada y que me he quedado tan a gusto haciéndome de todo en la cabeza! Pues si. Ha pasado un año desde la última vez. Y debe ser una cosa de tía muy guarra porque cuando se lo he dicho a la peluquera, se ha quedado como si me acabara de tirar un pedo. En fin.


Ha pasado un año, más que nada, porque la última vez que fui a la pelu, me dejaron como un cristo. Me costó acostumbrarme y subir la moral unos cuantos mesecitos. Y mucha paciencia, de aquí mi compañero, para convencerme de que estaba algo mona. Vale que había quien decía que me quedaba ideaaaal, tiaaaa...pero, vaya, que no he visto a ninguna de mis amigas pedirme el número de mi peluquero...

La historia es que nos corta el pelo un tío de lo más guay. Un chico largo y delgado como un espagueti y con un look gótico que me hace mucha gracia. Y, claro, como soy así de boba y de impresionable, me hice amiguita del gótico mientras me cortaba el pelo. Gran error. Se emocionó, me emocioné y quedamos en que, veeeeeeenga alegría, haz lo que quieras con mi pelo. Obvio, vio el cielo abierto y se puso en plan Eduardo Manostijeras, que en realidad es de lo que va vestido, y me puso la cabeza pacagarse. Sólo quería una melena más o menos discreta, con un flequillo más o menos discreto. ¿Es tanto pedir? La cosa terminó como si fuera una Emo, pero en vieja. Eso sí, nos reímos mucho haciéndonos saluditos japoneses y diciendo chorradas, sobre mi nuevo look a todo esto, a través del espejo. Él lleva el pelo más o menos por la cintura, como dato. Cuando me vi...ay, cuando me vi. Le hubiera estampado. Estando ya en casa porque de la peluquería la verdad es que salí como del Parque de Atracciones, ¡ven al Parque!


Hoy he vuelto, al mismo sitio, con un par de cojones. Dispuesta a coger las riendas de mi vida y no dejarme influenciar por muy bien qué me parezca Tim Burton. Y he tenido suerte, porque Edu no estaba. Hoy me ha tocado una chica, que me ha dicho vaaaarias veces lo quemadas y jodidas que tenía las puntas y lo que no son puntas, que también ha hecho lo que le ha dado la gana y se ha quedado bien a gusto cortando, pero en versión light. Me ha dicho que vuelva dentro de 3 meses, que así no se puede estar, hombre ya. ¿Perdona? ¡Pero si tú lo llevas como Shakira!


Volveré a ir. Y creo que elegiré un lunes, viendo que es el día que el gótico libra y así no juego más a la ruleta rusa. Que con todo, casi prefiero estar como Selma Blair en "Una rubia muy legal" que como Angy en "Física y Química".

viernes, 18 de febrero de 2011

Y aunque tú


"En la vida hay amores que nunca pueden olvidaaaaaarse." Así es como realmente empieza la primera canción Inolvidable, porque se llama así y porque lo es, de Lágrimas Negras de Bebo Valdés y El Cigala. Sin embargo, después de que se oye el piano y el último "pí" que introduce al Cigala, siempre, siempre, siempre, pero siempre, empiezo cantando "Y aunque tú." Y suelo subir los hombros y ladear un poco la cabeza en plan mona. Y de mona nada. Toooma corte que me llevo siempre. Es más, diría que en esta canción jamás dicen "Y aunque tú." Que fuerte. Lo acabo de comprobar y no. No lo cantan, ¡es de otra canción! Es de Lágrimas Negras. Qué gracia. Quizás deberían hacer un remix. Es mucho más rotundo.


Bebo Valdés me encanta. En realidad no lo suelo escuchar jamás pero me encanta que vuelva a mi vida de vez en cuando, en plan boomerang. Qué majo es. Qué genio. Qué viejito. Fíjate si es viejito que nació en 1918. Qué pasada. Y ahí sigue, tocando el piano.


Hace mucho tiempo tuve la suerte de verle en directo, sin esperarlo. Me dieron unas entradas, cuando trabajaba en el ELLE, para ir a noséqué de Alicia Keys en Pachá (que por aquel entonces no había cantado la de Neeeeeeeeew York y a nadie le interesaba). Y va la jodía, canta sus cosas, y saca al escenario a El Cigala con Bebo Valdés al piano. Todo preparado, claro. Jo, aluciné. El Cigala me dejó pasmadísima. Pero es que Bebo, lo de Bebo Valdés es alucinante. De otro planeta. 


No puedo evitar pensarlo. En mi trabajo y en casa dicen que soy la amiga de los muertos porque siempre que se muere alguien conocido digo: "Jo, que pena, que se ha muerto nosequién..." Y así, generalmente, con todos. Cuando se murió Ángel Cristo, Kike ya me regañó en plan: "Julita, que te de pena que se muera Michael Jackson vale, pero Ángel Cristo..." 


Cuando se muera Bebo Valdés sí que me va a dar pena pero de verdad y estaré escuchándolo y volverá a mi vida, en plan boomerang.





jueves, 17 de febrero de 2011

Requiem por un sueño



Estoy preocupada. Estoy preocupada pero en serio porque de ocho entradas que he escrito en este recién estrenado blog, en más de tres o cuatro ha salido por un lado o por otro OT. No sé qué me está pasando. Vamos a ver, ¿pero qué me está pasando?, ¿qué clase de espectro demoníaco está jugando conmigo y con mis pensamientos? Con la de cosas monas, chulas, interesantes o no, tristes y emocionantes que tiene la vida y hoy, de nuevo, no me sale nada más por los dedos que el puto OT. No puedo evitarlo. Generalmente no soy tan así, ¿eh?


Hoy, en particular, he hecho el esfuerzo de inspirarme pero reconozco que la decisión que ha tomado Telecinco de arrasar con los sueños de los concursantes y las risas de los que lo vemos en casa, me ha parecido muuuuuuy fuerte. ¿Cómo puede ser que a cualquier hora del día esté saliendo por la tele el Yago ese, de Gran Hermano, bailando bakalao en abanderados y que les merezca la pena? De verdad. Es que no lo entiendo. Me parece aberrante. 


Hace poco le vi en el 24h, que manda cojones que a estas alturas de la vida haya un 24h de semejante rollo, comiéndose uno platazo de espaguetis. Y me dio un ascazo... ¡A mi! ¡Que soy una enferma de la pasta! Diooooos, qué poto al recordarlo. En serio. No pasaba nada más. Ahí estaba él, en esos calzones con los que se debe encontrar estupendo, metiéndose unos tenedorazos bestiales de espaguetis sentado en un taburete. ¡Y nada más! Sefiní. Esperé un poco a ver hasta dónde podía llegar aquello. Cambiarán de plano, digo yo. Pues no. Yago metiéndose bolas de pasta de esas que hasta hacen daño al pasar. Y luego van los de Telecinco y deciden acabar con OT. Pues no lo entiendo.


Nunca he sido muy fan de OT, menos en la primera edición, como todo el mundo, que fue un bombazo. Pero, mira, con esta me había enganchado. Me parecían concursantes bastante variopintos sin necesidad de caer en personas topicazas ni personajes. Les he cogido cariño. Odio también, claro, a los que se lo ganan a pulso con sus tics odiosos. No sé, estaba yo contenta con esta edición. Y van y se la cargan. ¡Pues no! Estoy indignada y juro que después de la gala del domingo, voy a exorcizarme y a poner incienso a tutiplen por toda la casa para no volver a ser poseída por el espíritu de Telecinco.


A todo esto, ¿los chavales saben algo del tema o piensan subir audiencia con los infartos que van a retransmitir en riguroso directo? Reconozco, bajando la cabeza, que me da un morbo la final que no veas. ¿Qué va a pasar?, ¿a que se le alisa el pelo a Nina de la impresión? Como gane Alex, buaaaaah...monto un pifostio. 


Os dejo un video para que le odiéis también y le mandemos mucha energía negativa. Aunque sea feo hacer estas cosas.









miércoles, 16 de febrero de 2011

Finding Mariscal

 
Una de las cosas que más me gustó de los Goya del otro día, sin contar los vestidos, el cachondeo con papadapajín y el homenaje a los que se han muerto, que siempre lloro aunque este año esa parte la retransmitieron con el culo, fue que Javier Mariscal se llevara el premio al Mejor Largometraje Animado por la película con Fernando Trueba, Chico&Rita. A mi Trueba ni fú ni fá, la verdad, pero Mariscal me cae guay y a Bebo Valdés, que pone la música, no le puedo querer más, aunque le escuche sólo en algunos momentos.

Por coincidencias laborales y amistades surgidas, he reducido mi conexión con Mariscal al grado 1 de separación. Y me encanta estar un pelín más cerca, que hay un mundo más allá del Cobi, del que, por cierto, nunca fui muy fan. Qué tío más grande, más listo, divertido, más especial. Hace tiempo ya, nos invitaron a una de sus conferencias en La Pedrera y no pude disfrutar de todo más. Iba sobre los colores. Nos explicó que se lo contaba a sus hijos, en versión reducida, cuando estaban a punto de dormir. Mientras nos enseñaba proyecciones, y de todo, sacó todo el partido que se puede imaginar (él, claro) al negro, blanco, amarillo (paella), rojo, verde, azul... Qué pasada. Qué gustazo. Me emocioné, de contenta y de lágrima, y me quedé con las ganas de decirle algo, pero como soy una pava y un poco gilipollas no tuve huevos para levantar la mano y coger el micrófono de la ronda de preguntas.

Hace poco, Angelito, que es un angelito, nos llevó a comer a La Cantina de Palo Alto (que espero volver pronto, porque todo es genial, y a echar un vistazo al Estudio. Y allá que entramos y allá que estaba. Sentado, reunido, pero nos dijimos hola con la mano un poquito. Es muy especial entrar en un mundo así, aunque sea de visita, aunque sea un ratito. Me siento afortunada. Y de premio extra, me llevé un par de latas de bebida afrodisíaca, que tenían por ahí un montón, y que ahora reposan en la nevera esperando una ocasión HOT.

Mañana vamos al pase de prensa de Chico&Rita, ¡bieeeeen!, y no puedo tener más ganas. Si mola, os aviso. Y si queréis, vais al cine. Que bajarse las cosas me parece un poco de cabrón.
 PS. La cara de tristón y los cubiertos es un cariño para Santi Santamaría...
 

martes, 15 de febrero de 2011

Viva la vida, viva el amor


Los que dicen que San Valentín no mola es que no están enamorados o es que aún no se han quitado el burka social. Todos hemos pasado por ese estado, pero es interesante evolucionar. Hay quien mantiene la teoría, por miedo al rechazo, de que es una chachada, una paletada, blablabla o, mejor aún, hay quien sigue con el gran recurso ese de decir que se lo ha inventado El Corte Inglés. Pero, por el amor de dios, ¿alguien sigue yendo a El Corte Inglés? San Valentín es muy IN. El Corte Inglés no lo ES.


Otra de las teorías, que quizás es la que más gracia me hace, es la de aquellos que dicen que no lo celebran porque que toooodos los días son San Valentín. ¿En serio? ¡Y un jamón! ¿Acaso esos días en los que te encuentras más fea que la Pajín (pobre, lo que está rulando su foto de los Goya por red...) son San Valentín?, ¿en esos momentos, cuando te ponen o pones de los putos nervios al amado, también son días San Valentín? Ejem, yo diría que no. Así que, ¿por qué decir que no a un día señalado en el año para celebrar la vida y el amor? Malo sería sólo quererse el 14 de Febrero, obvio. Pero, mira, si además del resto del año, este día haces algo mono, cursi o no, pues bienvenido sea. Y si coincide con una gala de OT y te descojonas de nuevo de Geno en la mejor compañía, pues fantashtisch. (Pobre, que está nominada. Vaya semanita les espera a todos...)


Nosotros habíamos pensado salir a cenar pero luego nos dio un poco de pereza, que tampoco hay que volverse loco y celebrar y celebrar por cojones aunque estés hecho polvo. Vaya, que no somos la familia Ubago. Así que nos quedamos en casa y nos pusimos finos de cosas ricas y cariños. Él me regaló un libro de ilustraciones, graffitis y cosas así, chulísimo, y yo a él una Torta del Casar, sin indirectas bodorriles conscientes, y un bizcocho de chocolá de Hoffmann que, diooooos, ¡cómo está! Recomendabilisimo total.


A veces, de vez en cuando, le mando a Kike un saludito haciendo un corazón con los dedos. Aunque sólo esté sacando el lavaplatos y yo en el sofá (qué jefa, ¿eh?). Lo hago en plan payasa, claro, pero él sabe que le estoy mandando un te quiero. Y me encanta cuando a veces, de vez en cuando, el me manda el saludito a mi. Yo también saco los platos.


Así que, si me queréins, querersen. Celebremos todo, joder, ¡que la vida es un rollo sin no!



domingo, 13 de febrero de 2011

Si eres Schwarzenegger, puedes


Y fuimos a la calçotada y comimos calçots. Los probé, claro, volví a darles una oportunidad. Me comí uno, soy sincera, el más finito y tierno que encontré. Lo prometido, para mi, es deuda. También es verdad que había leído que los calçots son afrodisíacos, además de flatulentos, y no estaba dispuesta a ser la única en perderme la experiencia del después. Fuera la que fuera, sin miedo.


Este año, además de disfrutar del sol, el porrón y demás, tuve la gran suerte de viajar a un submundo que desconocía. Seguí a Tomás, el hijo de unos amigos nuestros, que se iba decidido, como si fuera el conejo de Alicia, y que se les escapaba de las manos llenas de carbón a sus padres. Tiene un año y medio, lo que complica la comunicación, así que decidí andar detrás sin más, a ver a dónde quería ir con tanta prisa. Y, oye, ¡es listo es jodío! La que había allí montada detrás de una puerta que, en tres años que vamos al mismo sitio, ni me había fijado. ¡Menudo despliegue de medios! Calculé que había como unos doscientos niños y unos tres mil juguetes o al menos es lo que me pareció. Creo que Tomás calculó unos mil niños y unos dos millones de juguetes. Me lo imagino, más que nada porque casi se le salen los ojos de las órbitas de contento. Razonamos un poco, lloró un poco, y fuimos a hablar con los mayores a pedir permiso. Con permiso concedido y acompañados de su padre, obvio, allá que volvimos. Teníamos que vivirlo.


Aquello era un desmadre en plan el pantano donde vive Shrek mezclado con el bar de la Guerra de las Galaxias. ¡Diooooos mio! Ya había estado alguna vez en la guardería de mis sobrinos, pero es que aquello era como el Ikea de las guarderías. De gente y de espacio. No tengo palabras pero tengo en la memoria a una Blancanieves, de unos 5 años, que si hubiera tenido 30 estaba más que desfasada. Qué fuerte todo. Y qué majos son algunos niños, que a Tomás le quitaron un elefante de plástico que le apetecía, pero se lo cambiaron por un coche que le vino muy bien también.


Avisé a Kike, que no me pierdo yo esa cara de shock por nada del mundo, y nos echamos unas risas. El pequeño, que iba a su bola total, y los mayores. Yo diría que en el fondo lo que más les moló a los chicos es que se sintieron un poco como Arnold Schwarzenegger, aunque fuera en Poli de Guardería en vez de en Terminator. No me extraña que le dieran el papel a él, Tom Cruise ni de coña hubiera podido controlar a tanto loquito...


Así que guay. Estuvo genial. Un fin de semana que empieza con una buena lasaña, una qué caña y mucho cariño, augura felices momentos.


¡¡¡Y mañana es San Valentín!!!  ¡¡¡Qué nervios!!!

viernes, 11 de febrero de 2011

Sin acritud, amigo calçot


El folklore siempre me ha gustado. No sé si es una herencia irónica de la vida ligada a mi segundo apellido. Quizás sí. El caso es que las tradiciones, incluso las más absurdas, me van. Me va, me va, me va, me va, me va. Me van las gaitas, las sevillanas, me va el champán. Exagero, por supuesto, porque hay mucha cosa folky que no me gusta y otras me ponen de los nervios.


Durante estas semanas, diría que hasta Marzo, es tradición en Cataluña irse por ahí a comer unos calçots. Me encanta el plan, pero los calçots...pues no, aunque el de la foto sea mono. Que le vamos a hacer. Es que no me gustan. No me gustan en gran cantidad, vaya. Que uno o dos, pues me puedo comer, por qué no. Pero veeeeeenga a ponerse fina de calçots..., no mucho. Más que nada, es que no lo termino de comprender del todo. Lo respeto con todo mi alma, pero no lo comprendo. 


Puede ser que algunos no sepáis a estas alturas qué son los calçots. Pues mira, son cebollas. Tiernas, asaditas y tal, pero son cebollas. No quiero herir sentimientos. Tampoco quiero ganarme enemigos, ¡pero son cebollas, joder! Las asan en unas brasas y las sirven sobre unas tejas. ¿O es que las asan sobre las tejas? No lo sé. El caso es que te las traen. Quitas la primera capa con las manos, te manchas bien de carbón, las mojas en una salsa, riquísima, y te las comes. La salsa, romesco, es para morirse. Yo me suelo inflar untando pan. Luego también te pones tifo de butifarrita, choricito, costillitas, patatas...mongetes (alubias). No, de mongetes no me pongo nada tifa porque tampoco me gustan. ¡Qué se le va a hacer, lo siento!


Eso sí, vuelvo a decir que el plan mola mucho. Es una tradición de las que me molan, paradójicamente. Me encanta. Es más, si vinierais los de fuera en temporada, organizaría una Calçotada. Sales un poco de la ciudad, suele hacer sol, te juntas con un montón de amigos, te tomas unos vinos, juegas con los niños que van viniendo... Está guay. Además, como gracia adicional, te pones unos baberos enormes que a mi me hacen mucha risa y siempre hay fotos y bromas al respecto. También porque como te los tienes que comer en plan la señora del anuncio de los espárragos La Carretilla, tracatrá, pero en versión XL...pues, eso..., es divertido-pervertido.


¡Mañana tenemos una Calçotada! Espero no quedarme solita, en una esquina, por lista y por anti-calçotera...que de estómago, no, pero de corazón, si.



miércoles, 9 de febrero de 2011

Hasta donde llegue el pulmón humano


Una de las ventajas guays de vivir con una persona que adora el mar es que te enseña y aprendes con gusto muchas cosas. La gran inmensa mayoría de ellas son agradables. 


Como soy meseteña, no sabía que algunas olas, las más chulas, tienen nombre propio. También tienen labio y paredes. Algunas son de izquierdas y otras de derechas. En este tiempo, me he enterado de qué existía algo que se llama "Mar de Fondo". Incluso ahora creo que soy capaz de verlo, distinguirlo y todo. Me había perdido lo bonito que es abrir los ojos debajo del agua, justo cuando te pasa la ola por encima, y mirar el remolino que hace el agua mirando hacia la orilla.  Aunque se te ponga el flequillo como a Anasagasti. 


Hace días que teníamos un youtube pendiente en esta casa. Es el video que va debajo. Os recomiendo que lo veáis con ganas, con tiempo y hasta el final. Si tenéis cascos, mejor que mejor.  Merece la pena verlo en casa tranquilo más que deprisa y corriendo. La música, en plan Massive Attack, es un tanto angustiante. No nos vamos a engañar. Pero ayuda a que te hipnotice aun más el video. En serio. 


Lo he visto varias, varias veces y he llegado a la conclusión de que lo qué más me gusta es pensar, mientras lo veo, que en realidad no está metido en el agua, si no en el aire. 


El chico del vídeo es Guillaume Nery. Es el mejor del mundo aguantando sin respirar debajo del agua. Este video es guay porque nadie ha conseguido bajar hasta allí sin botella, entre otras cosas. Son 202 metros. Más o menos 4min.30sg. Eso sí que es apnea y lo demás son tonterías. Y es taaaaaaan guaaaaaaaaaay...


El sitio donde hicieron la inmersión está en las Bahamas y es una cosa muy rara que pasa en la tierra si llueve mucho en el Pleistoceno o nosequé que se llama Dean's Blue Hole. Un accidente geográfico, vaya. Como veréis, el chico entra andando. Me encanta.


Espero que os guste!




Ps1. Mi ola favorita es Pipeline, que está en Waimea. ¡Al menos eso creo yo!
Ps2. Y siiiiiiiii, además el chico es monooooo... 



martes, 8 de febrero de 2011

Geno, pan Bimbo y las brujas de Salem



Desde que el mundo está como está y Telecinco se ha comido a Cuatro, en nuestra casa no vemos más que mamarrachadas en la tele. Nos hemos aficionado mucho a AFV (America's Funniest Home Video), de una subcadena de esas de Antena3. Nos encantan los vídeos de la gente que se cae, los que destrozan piscinas prefabricadas, los sustos, los bebés que hacen cosas graciosas... Lo vemos mientras cenamos y nos descojonamos.


Por supuesto, también nos hemos enganchado ("un poco") a los Resúmenes de OT. Maaaaaaaadre mia, lo que nos reímos. Qué risa, qué risa...qué despliegue de medios. La que más gracia nos hace, como os podéis imaginar, es Geno. Odiamos a Roxio (¿¿x??) y mi favorito es Nahuel, por ser el macarra-hortera-tierno, aunque ya le estoy cogiendo cierta manía desde hace días. Pero Geno...Geno sólo hay una. Qué grande, por favor.


Nina, tú que eres tan lissssta, tan sabia, tan yogui, tan equilibrada. Tú que sabes sacar ese chorro de voz hasta de un conejo, ¿no le puedes sacar un Lexatín a Geno del botiquín para que no le de algo en las galas? A Geno un día le va a dar un paralís y nosotros lo vamos a ver mientras cenamos. En serio. Una tila, unas Flores de Bach, un algo, por favor. Dejaté de poner espuma en los rizos y da remedio a la histeria de Geno (y de paso un BigMac) porque un día de estos la perdemos. 


Estoy intentando encontrar un video, genial, de Geno cruzando la pasarela mientras pega un grito atronador y aterrador. Un grito grave y largo. Un grito como de otra persona metida en su cuerpo. Pero no lo he encontrado. Confío en que los del APM (Alguna pregunta més? - que a los de fuera os recomiendo que le echéis un vistazo por youtube) lo pongan pronto porque no tiene desperdicio.


Tal día como hoy, por cierto, hace mucho, mucho tiempo, un médico decidió ir contando por ahí que unas chicas del pueblo eran brujas. Estaban histerizadas por el rollo religioso fanático que vivían en Salem y por noséqué de un pan de centeno fermentado que, por lo visto, contenía elementos químicos similares a los del LSD. Las juzgaron y las ahorcaron. A ellas y a otros muchos más. Llegamos a estar en 1692 y Geno tiene los días contados. ¡Qué miren el Bimbo de la Academia, que Geno se pone fina!

lunes, 7 de febrero de 2011

Lunes de ****da



Gracias... ¡Cuánto amor y cuánto calor! Calor humano, como decía mi abuelo Chano, que es el mejor calor que se puede dar y recibir. El humano, el humano. Me siento afortunada porque os siento cerca. ¡Estáis todos invitados a tostadas!


Es una sensación bien raruna esta en la que me he metido. Desde ayer, llevo todo el rato daledondale en la cabeza, cantando mentalmente, "Soy una blogeeeeera, blogeeeeeeera, blogeeeeeeera...vamos a bailar. Las manos hacia arriba, las manos hacia abajo..." y nos ahorramos lo que queda de canción porque no me puede dar más vergüenza ajena. Y cuando lo ajeno queda en casa...pues tela. Pero estoy muy contenta. 


A intervalos, he mezclado a Melody con "Tell me why, I don't like mooooondays...tell me why..." cosa que tampoco ha ayudado demasiado. Veeeenga, todo el día en la cabeza. Putos lunes. Me ponen mala. Imagino que todos estamos igual. Lunes, vaya mierda. Vaya mierdón. Pues sí, los lunes son una buena puta mierda. Así de claro y de feo. 
Dicen por ahí que la palabra Lunes viene del latín, Dies Lunae. Vamos, el Día de la Luna. Toma ya. El día de la Luna... y tan anchos nos hemos quedado. Por eso son malos los Lunes. No porque vengan después del Domingo. No porque haya que volver a trabajar.
La Luna, cuando quiere...es una buena cabrona. Si, si, muy bonita, muy redonda, muy como en los cuentos de Arabia..., pero en el fondo no mola. No mola, no te fies. ¿Qué se puede esperar de un cuerpo celeste que hace crecer el pelo, las uñas, el césped, provoca partos o mueve las mareas...? ¡Imagínate lo que nos debe hacer por dentro! A mi me da miedo. 


He de decir, que en más de una ocasión me ha sacado de un apuro de mal genio y se lo agradezco sinceramente. "Uy, uy, uy, uy, uy, no soy yo...ya sabes, es que hoy hay Luna Llena..." en el mejor de los casos cuando es evidente que la Luna está Llena. Porque en otros, hay que recurrir al discurso del Cuarto Menguante y esas varietés que, vaya, una no controla y ya no cuelan. 


Total, que hoy Lunes, las cosas son como son. Luneras. Menos mal que mañana ya es Martes, que es el dios de la Guerra y essssso ya es muuuuucho mejor.

domingo, 6 de febrero de 2011

He decidido crear un blog


Hace tiempo que voy dándole vueltas a esto de escribir. Quizás desde hace mucho, mucho tiempo. Pero al final nunca me pongo. Lo intenté alguna vez. Mal no me salió pero al final la cosa quedó en mandar mails, dejar archivos en alguna carpeta del escritorio y rollos a las personas que quiero. Hoy, mirando cosas en Facebook, me he inspirado con Rafa Montejo. Clara ya me había dado alguna idea pero hoy ha sido el día en el que me he decidido.


No sé muy bien de qué cosas escribiré. Imagino que de poco y de algo. Según el día y del humor que esté, que a mi la conjunción planetaria me condiciona mucho.


Para mi gran estreno, me han venido a la cabeza las tostadas. Las tostadas que prepara Kike y la conversación que tuvimos un día sobre ellas. Realmente se las curra. Las deja tostar y luego reposar. Tostar, reposar. Tostar, reposar. Él dice que así es la única manera para que cojan el crujiente perfecto de una tostada TOSTADA. Yo, en realidad, no entendía mucho y pasaba de las tostadas y de todo, hasta que un día tuve paciencia, no me comí el bimbo blando sin más y las probé. Y, claro, hablamos de ello... Son como las de cuando éramos pequeños. La misma sensación que tuvo el crítico de Ratatouille, que era malo y luego bueno, cuando probó por primera vez, pues eso, el ratatouille. Vuelta a la infancia y regreso a la vida real... Qué gusto, qué rico, qué sensaçao, Kike... Pensé en mi madre y en la suya. ¿Por qué les saldrían así las tostadas? Creo que porque mientras las preparaban, ponían una lavadora, se quedaban frías, volvían a calentarlas, recogían el lavaplatos, se quedaban frías, volvían a calentarlas, recogían la plancha, se quedaban frías, volvían a calentarlas y al fin nos las tomábamos ricas, ricas, ricas. A mi me gustaban con azúcar por encima.


Hay que contar también que Kike pone una capa de un dedo de mantequilla que se derrite hasta que se pone transparente. Con 31 añazos, la lorza en la cadera, una no está para darse esos festines. Que Kike tiene otro metabolismo, no nos vamos a engañar. Pero una vez catadas, de vez en cuando: SI a las tostadas.