sábado, 26 de marzo de 2011

Vas a acabar con tu madre, Suri


Lo de ser madre es una experiencia que siempre me ha parecido que debe estar bien, que me ha apetecido y tal, pero cada vez que veo a Suri Cruise y a la hecha polvo de su madre, Katie Holmes, me dan ganas de ligarme las trompas for ever and ever. En serio, me entra pánico al pensar que pudiera engendrar en mi vientre un monstruo como la niña esta. Porque, vamos a ver, ¿cómo es la cosa?, ¿la culpa de que Suri sea tan insoportable la tiene el absurdo de su padre y el poco carácter de su madre o es que la nena ha venido así al mundo por su propio pie? ¿Los niños nacen, se hacen o hay un poco de todo? Ay, no lo sé, pero no puedo soportarla y me dan ganas de darle un par de azotes y eso que estoy absolutamente en contra de estas cosas.


Dios mío, qué niñata, por favor. Aaaaarrrrrgggghhh, es que no puedo con ella... Y me da a mi que su madre tampoco. En qué lío se ha metido la pobre Katie, que estaba ella tan contenta pensando que se casaba con su ídolo de Top Gun, la muy boba. Hija mía, Katie, que Tom ha cambiado mucho y ya cuando le pillaste era un buen fricón, ¿en qué estabas pensando, preciosa? Ay, qué pena me da la pobre. Se la ve con una cara de alma en pena por la vida...debe tener unas ganas de salir de todo esto y desaparecer del mapa...échale un par de huevos, Katie, tíñete el pelo y múdate a una granja en Alabama para empezar de nuevo. Se puede volver a ser feliz, tía.


Cada vez que veo a Suri, con esos pelos de loca que ni la moñonos, las uñas pintadas, los zapatos de tacón, probándose en la mano el tono de los pintalabios...la cogía del brazo, para empezar le pondría unos leotardos, que no sé como no se constipa continuamente esta niña, y la sentaba a jugar con unos bakugan como hace todo el mundo. ¡Hombre ya, Suri! Que yo a mi sobrina le pinto las uñas de vez en cuando, cuando mi hermana no me ve, para echarnos unas risas, pero, joder, que esta va a que le hagan la manicura. Eso no es la niñez y me da mucha pena.


No sé cómo va a acabar esto pero pinta mal, la verdad. Mira que Victoria y David Beckham parecen mucho más absurdos pero, oye, que sus hijos son infinitamente más normales que Little Cruise. ¿Y mientras dónde anda su padre?, ¿comiendo placentas a la plancha como si fueran foie?

miércoles, 23 de marzo de 2011

No hay derecho



Ayer mi sobrino estaba estudiando La Constitución, el pobre, porque hoy tenía examen. Dice que le ha salido bien y de paso me ha contado que ha sacado un 9,7 en matemáticas. No un 10 porque en vez de poner en nosedonde "recta" ha puesto "semirecta", vaya. El viernes le dan las notas de la 2ª Evaluación y sé que sacará buenas, porque es un tío muy listo. 

Me da pena que con lo listos y esponjitas que son los niños no aprovechen los profesores para explicarles de alguna manera tierna e inteligente La Muerte, desde pequeños. No entiendo como siendo la única condición firme que tenemos al nacer, directamente no nos la enseñen. Y tengamos que afrontarla tapándonos la nariz y llorando. No hay derecho. Digo yo que podrían incluirla, aunque solo sea un tema, en Conocimiento del Medio.

martes, 22 de marzo de 2011

Mis hermanas


Siempre me han gustado y alterado los cambios de Estación. El paso del Verano al Otoño es el que más me gusta de todos, porque suelo acabar hasta las narices del calor, de la arena y de la sal en la piel, y porque por fin te puedes volver a poner los vaqueros y un jersey bien a gusto y, con suerte, siguiendo estando morena. Del Otoño al Invierno me importa menos y de la Primavera al Verano prácticamente ni me entero, menos en ese momento que se vuelven a escuchar las golondrinas que me chifla. Aaaay, las oscuras golondrinas... 

El cambio que me toca bien pero bien la fibra es el paso del Invierno a la Primavera. Es el más drástico meteorológicamente hablando y, en los últimos años, el que más tristeza me trae con él. 
Fue en Primavera cuando me vine a vivir a Barcelona. A ver, que feliz FELIZ soy mucho aquí, pero cuando empieza la Primavera, a hacer calor y a ponerse las terracitas, me acuerdo mucho de mi familia y de cuando me fui de Madrid. Y me entra pena. Luego se me pasa, pero los primeros días me entra pena.


Desde que me he cambiado de trabajo, hago una ruta nueva, lógicamente. Normalmente voy en Tranvía, dando un paseo rodeando el zoo y el jardín de La Ciudadella, que tiene como mucho verdor y cantos de pájaro. Pero otras veces cojo el Metro y me acuerdo mucho de mis hermanas. La segunda parada de mi recorrido (y la penúltima, qué lujo!) es Marina. Y, claro, me acuerdo de mi hermana mayor. Siempre, siempre, siempre que escucho, "Atenció propera parada: MARINA." Jajajajajaja, me encanta. Y la visualizo, y pienso en ella, y me imagino cómo estará. Sé que estará bien, saliendo a todalechesinhacernada, como decía mi abuelo Antonio, y luego poniéndose una canción en el coche. Que no sé si lo hará, pero me la imagino así. Y si me acuerdo de mi hermana Marina, me lleva el pensamiento a mi hermana Elena, que por esas horas andará escuchando villancicos en pleno mes de Marzo, con Juanito e Inés cantando detrás.


Son las dos muy monas y las quiero mucho.


De la Primavera me gusta que llega la Semana Santa y nos veremos todos juntos. Y con suerte pondrán en la tele Marcelino Pan y Vino y lloraré como una perra y descargaré penas pasadas y futuras. Que cuando uno llora, tiene que aprovechar de paso para descargar todo lo que pueda, haya ocurrido o no. Por si acaso.


La Semana Santa de este año me apetece en especial porque será el primer abrazo que le daré a mi hermana Marina y veré si se le nota ya o no el embarazo.


Os quiero mucho, 
Vuestra hermana pequeña.

lunes, 21 de marzo de 2011

Water that moves you


Es de ser garrula pero cada vez que me meto en un jacuzzi no puedo evitar morirme de la risa. No sé si son los nervios de ponerme el bikini, blanca y blanda como las nubes, fuera de temporada o qué, pero el caso es que siempre me da un ataque de risa histérica que me encanta. Al principio voy en plan seria y como si lo hiciera absolutamente todos los santos días de mi vida. Paseo lo justo y necesario con el albornoz, que me suele sentar como un tiro, y esas chanclas espantosas con un moño bien alto en plan sepsi. Me quedo medio en bolas haciendo que no me importa, bajo las escaleritas lentamente y con media brazada de abuela me sitúo en la esquina preparada para darle al ON. Y se acabó la pose y se acabaron las tonterías. 
¡¡Veeeeeenga troncharme!! Qué risa, qué risa.


Creo que han hecho un mal marketing al concepto SPA. Creo que no es Salutem per Aquam si no más bien Salutem per Felix. El agua está muy bien, hay que beberla y estoy super a favor, pero lo que embellece y da gustito de los SPAs es lo feliz y relajaíto que sale uno de tanto reírse.


¡Pero qué potencia burbujeante! ¿En serio hay alguien que mantenga la compostura en esa situación?, ¿de qué pasta están hechos los tíos y las tías de Hombres, Mujeres y Viceversa que aguantan el tipo? Qué profesionales...
Me choca muchísimo que en medio de ese silencio ceremonial que suele haber en las termas de repente arranque el motor como si fueras a salir volando y toooooma, ¡el festival de la espuma! Yo me siento como cuando te pega un revolcón una ola y te quedas todo despeinado en la orilla cual ballena varada. Lo encuentro divertidísimo. Y si además ves que tu jefa suelta también tales carcajadas que tiene que venir el señor de las toallas a regañarnos, no tiene precio. Hasta tragamos agua...jajajajjaja


Cuando los hermanos Jacuzzi decidieron comercializar su invento no sabían el bien que han traído al mundo. He leído que su slogan actual es Water that moves you. That moves you, ¡y que te hace que te descojones!


¡Que vivan los viajes de prensa, mi jefa, el agua y la felicidad!

martes, 15 de marzo de 2011

Chicos que ponen de buen humor



En una de las revistas que compra Kike de vez en cuando, publican un artículo mensualmente que se llama Chicas que Ponen de Buen Humor. Son entrevistas cortas a chicas que tienen su punto, en plan Elena Furiase, Lluvia Rojo, Barbara Lennie... y demás. Que están más o menos buenas, son sexys y simpáticas y que, si veis la foto, las conocéis. A Sara Carbonero creo que no la van a sacar jamás. Lo publica Esquire, ahora que me acuerdo.


A mi me pone de buen humor Bill Murray. Siempre me ha gustado. Es más, en los Cazafantasmas hasta lo encontraba sexy también, qué coño. Y el caso es que es el tío con la apariencia más triste del cine. Parece siempre que está hasta los huevos, resignado. Parece derrotado y un superviviente a la vez. Suele tener una mala leche en sus papeles que me hace mucha gracia. Algo de su personalidad pondrá en ellos, que no creo que sea tan, tan, buen actor. Pero, nada, que me iría de cañas con él sin dudarlo ahora mismo. Me cae superbien. Yo creo que le llevaría al Tío Timón, que es el último bar donde estuve de cañas en Madrid. De hecho, no sé si se llama el Bar Timón, El Timón o el Tío Timón. Pero es un sitio guay.


Ahora que nos hemos cambiado de oficina, se ve más a las personas pasear. Y hay un señor de mantenimiento que es el puto Bill Murray. Va con su mono gris, la escalera, el cinturón con destornilladores y siempre me pone de buen humor quetecagas, sin que haga nada. Yo creo que he sido poco discreta porque últimamente hasta me saluda y todo.


No sé cuántas veces he debido ver Atrapado en el Tiempo o Los Fantasmas Atacan al Jefe. Life Aquatic no me puede gustar más y traer mejores recuerdos. 


Os dejo unos segundos de gloria que me hacen mucha gracia.








PS. Jon Kortajarena también me cae bien, jajaja...!

lunes, 14 de marzo de 2011

Un abrazo para Japón



Hace unos días fuimos a ver la última película de Clint Eastwood. Aunque me gustó, no es para tirar cohetes. Con lo que realmente me quedé al salir del cine fue con la tristeza y la angustia que reviví en el corazón al recordar el Tsunami de Indonesia. Me impacto y lloré muchísimo cuando pasó aquello y al verlo tan de cerca en la pantalla también. Al día siguiente lo hablábamos en el trabajo. Creo que no hay nada peor y que me de más miedo que los desastres naturales. Dos días después, llegó el terremoto de Japón y lo que ha venido detrás que todos sabemos y nos vamos enterando. Y estoy flipando...


Cuando estoy triste tengo varios antídotos que suelen funcionar pero hay uno que realmente nunca falla. Aunque a mucha gente le ponga de los nervios, a mi Michael Jackson siempre me pone de buen humor. Porque me recuerda a mi madre y a mis hermanas, a cuando era pequeña. A cuando mi padre me dejaba un rato estar en su habitación después de cenar escuchando música con sus cascos, que no los podía tocar ni dios. Porque me parece la hostia parda cómo baila y tiene una energía que me pone muchísimo. Es increíble y cada vez que escucho alguna canción suya (no todas, que algunas son un coñazo), pues eso, me da el subidón. Reconozco con pena que le había olvidado y por desgracia tuvo que ser su muerte lo que le devolvió la vida en mi casa.


Sé que en estos días estuviera por aquí hubiera movido cielo y tierra por ayudar. Porque siempre lo hizo cuando pudo aun cuando le quemaron vivo en la plaza del pueblo. Es la persona que más dinero ha donado y recaudado para Ayudas Humanitarias, pero de eso los malos no se acuerdan. Quisieron darle el Premio Nobel de la Paz, quizás exageradamente, pero el comité lo descartó por tratarse de una persona fallecida, aun habiendo dado con anterioridad un premio póstumo. Ejem...


Dejémonos de gilipolleces y pensemos en lo que es realmente importante de las personas.


Yo, como no soy Angelina Jolié, de momento estoy escuchando el nuevo We Are The World. Que aunque el rollo da un poco de vergüenza y es cursilisima, sirve para mandar mucho amor.



lunes, 7 de marzo de 2011

El verdadero macho alfa



En nuestros breaks turísticos en Dublin, nos íbamos al hotel a echarnos unas risas y ver el rugby. Qué deporte, joder. Es bastante interesante aunque, como todos los deportes, me pone un poco de los nervios. Encuentro un estrés coger el balón, tirar palante y sólo poder avanzar lanzando el balón hacia atrás para que otro tire palante entre una manada feroz. Eso sin contar lo que les debe doler todo el cuerpo, porque van como cabestros los unos contra los otros. A pelo. Vaya, lo que viene a ser comúnmente el rugby pero que desconocía hasta ahora. Reconozco que algo me gustó y que, cuando haya mundiales (hay mundiales de esto, ¿no?), iré al irlandés de al lado de casa a verlo. Más que nada, para tomarme unas pintas y vivir de nuevo el posillo que me tiene pilladísima. Y si juega Francia, mejor. No porque quiera especialmente que ganen o que pierdan. Más que nada para volver a ver de nuevo a Sebastien Chabal.


Sebastien Chabal es el hombre más bestia que he visto en toda mi vida. Me he enterado que le llaman el Rompe Mandíbulas y El Hombre de las Cavernas, como no podía ser de otra manera. Te cagas. Me reía bastante viéndolo jugar y pensando en cómo sería este peacho de macho cabrío en su casa. ¿Jugará con sus sobrinos?, ¿le dará un beso a su madre cuándo le prepare su plato favorito el día de su cumpleaños?, ¿qué coño de animal prehistórico asado con patatas será su plato favorito? Estas son el tipo de cosas en las que pienso mientras veo un partido. 


Lo encuentro tremendo y me haría mucha gracia verle en su día a día, comprando 10 baguettes para el desayuno, un jamón asado y dos quesos de bola. A lo mejor tiene sus manías y se pone mogollón de crema de manos o suavizante en el pelo. ¡Con estas cosas uno nunca sabe y lo que parece luego no es...!


En fin, que no sé cómo no han contado con este tío para todo tipo de películas. Desde luego, como malo malísimo de Bond no, porque seguro que desde Sean Connery a Daniel Craig salen pitando como dos nenazas. Para evitarlo, creo que han llamado a Bardem.

jueves, 3 de marzo de 2011

I am a woman of Irland too

Malahide

Cuando estoy contenta o nerviosa o contenta y nerviosa, suelo cantar mentalmente y verbalmente una y otra vez la misma canción hasta que me pongo de los nervios o el que está a mi lado, cortésmente, se pone de los nervios por mi. Semanas antes de irme a Irlanda, estuve daledondale con una canción que se llama Women of Irland. Es una canción folky que me pone los pelos y los pezones de punta, sin intención ser una ordinaria, pero es la pura verdad. Es preciosa, un poco triste, pero es preciosa. Me emociona siempre que la escucho. Pero como soy una payasa, la canto haciendo el teatrillo y la broma, que para eso estamos. Y que, cojones, Sinéad O'Connor solo hay una.


No sé qué me ha pasado pero mis ancestros me están hablando claramente al oído para que no olvide de dónde vengo. En realidad, mis abuelos eran extremeños, manchegos, andaluces y madrileños. Uno de cada. Pero estoy segura de que alguien en mi pasado era Irlandés. Y yo mantengo ese gen vivo. Lo sé. El Pesqueira lo tiene claro, obvio, pero yo no lo sabía de mi misma y resulta que llevo sangre celta por las venas.


Dublin no es que mole. Es que es taaaaan guay que no sé ni cómo contarlo. Qué gente tan amable, tan cariñosa, tan sonriente. No me extraña, con esos desayunos que se pegan, cualquiera es feliz, si dices NO a las salchichas. También tienen la mayor oferta (y demanda) de apichusques chocolateras que ni la Fábrica del Wonka...cosa que también hace que uno esté contento. Al final, como soy una indecisa, sólo probé uno. Miento, probé dos. Es un gustazo ir por la calle y escuchar música. 
Es un gustazo meterte en un pub y encontrar a unos viejitos toós preparáos para el Torneo 6 Naciones de Rugby, con todos sus toppings puestos por el cuerpo. Es un gustazo Dublin, qué verde es todo. Además, como son muy apañaos, y lo tienen bien pensado para hacer más llevadera la vida con esas peacho resacas que se marcan, coger el tren y salir al campo es tirao. 


Qué bien Irlanda, qué bien todo. 


Como soy una melancólica, una ñoñaza y, cuando toca, una hormonada, acabé llorando un poco a la vuelta en el bus hacia el aeropuerto. Las despedidas me dan mucha pena. Qué peliculera. Pero es que, en serio, ha sido un viaje muy guay, muy guay, muy guay. También es verdad que ir con mi compañero, mi amor (¡parezco Bardem en Cannes!) ha hecho que sea perfecto. Ya iba con el trébol de la suerte de la mano.


*Un dato chicos: para los que os apetezca el tema, sabed que la gran inmensa mayoría de las chicas irlandesas son descendientes directas de Molly Melones.


Os dejo a la O'Connor. Escuchadla con cariño y con los kleenex cerca. Ay...