martes, 13 de diciembre de 2011

No quiero ser vecina de Christopher Walken


Christopher Walken me da miedo. Me da miedo porque no sé si es así en realidad o es que es muy buen actor. Mantengo la teoría de que los actores, en el fondo, no interpretan. Son personas con suerte, que viven de lo que les gusta, y que encajan en papeles por cómo son, no por su profesionalidad. Dentro de un orden, claro. Creo que la mayoría de papeles están escritos para esos actores con suerte que, por estrella o por costumbre, generan dinero. Con lo cual, Christopher Walken me da miedo, me intriga, y me da la sensación de que si algún día quisiera matarme, no dudaría en hacerlo.

Realmente tampoco es que haya visto muchas películas suyas, pero cada vez que le veo en una revista o en alguna cosa por el mundo, me viene a la cabeza el silencio incómodo que habría en la atmósfera si estuviéramos en la misma habitación. Me impone. Me impresiona. Genera en mi tal respeto que me lleva a la desconfianza. Incluso en el video que sale bailando de Fatboy Slim.

Lo peor de todo es que en el fondo me encanta, pero de lejos. Ojalá nunca seamos vecinos. Pero me gusta y me parece de olé cada vez que le veo. Quizás es porque es impecable, educado y sincero: "Sé que usted sabe dónde están. Así que, digamelo antes de que le haga sufrir, porque de morir no se libra."


2 comentarios:

  1. me gusta tu articulo, coincido en todo contigo, eso es exactamente lo que me provoca ese hombre, no se que tiene realmente que provoca miedo y a la vez simpatia por siquiera estrechar su mano, gracias por tu articulo, me encantò me encantò

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  2. ese hombre parece ser de otra dimensiòn es singularmente guapo

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