sábado, 25 de junio de 2011

Hasta la guitarra mia llora cuando dice adios



Marcamos fechas en nuestros calendarios. Días en los que uno recuerdan acontecimientos agradables, cumpleaños, aniversarios, citas, viajes...que año tras año saltan de nuestra memoria y nos ponen contentos. También nos vienen a la cabeza fechas que nos ponen tristes, que nos conmueven, que nos hacen recordar a personas que ya no están y que echamos de menos. Y luego hay fechas que el mundo te hace recordar y situar en el calendario que dices...coño, qué pena...


Hace dos años, tal día como hoy (quizás sería mañana, por aquello del cambio horario), salía de la ducha con una toalla enrollada en la cabeza, corriendo de un lado a otro para no llegar tarde al trabajo, cuando vi una camilla de hospital entrando en un helicóptero y un rotulo en la televisión que decía que Michael Jackson había muerto. Y me quedé...me quedé... Era muy temprano para llamar pero llamé a mis hermanas, a Kike, que se quedaron...se quedaron... Y me fui al trabajo en shock y tarde. Recuerdo ver en el metro a viajeros con el periódico, con el mismo shock y con ganas comentarlo con el de al lado. Recuerdo a compañeros se quedaron igual, a otros que incluso hablaron del tema con cierto cachondeo e incluso desprecio y a otros que se les saltaban las lágrimas. Por la tarde también hablé con mi madre y tuvimos una conversación estupenda que me dejó claro, una vez más, que es una tía muy guay. Y sin tener intención acabamos en el bar de al lado de casa escuchando sus canciones, hablando de sus videos y recordando todos los hits que nos han acompañado a lo largo nuestras vidas con personas que no conocíamos de absolutamente nada pero que solo estaban allí en un funeral improvisado. 


Fue impresionante, muy emocionante, estar durante días, semanas, entrando en las tiendas, restaurantes, chiringuitos de la playa y escuchar pequeños homenajes, uno tras otro.


Muchos días me acuerdo de Michael Jackson y me pongo los cascos para escuchar alguna canción, que me pongo siempre contenta. Hoy lo escucho ahora mismo, un poco tristona, porque me da pena, porque algo se muere en el alma, cuando un amigo se va. Y le dedico estas sevillanas, que seguro que le hubiera molado y las hubiera bailado quetecagas. Que las sevillanas son tremendas de pereza pero, ole, como molan a veces... 


1 comentario:

  1. A mí Dirty Diana me sigue poniendo los pelos de punta. Y Billie Jean, Thriller y Smooth Criminal. Se murió la noche antes de mi cumple, y también nos quedamos alucinados. Creemos que hay personas que nunca se van a morir porque nos llevan acompañando toda la vida. Un beso, mamasita.

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