jueves, 14 de julio de 2011

Encantadores rarunos de la calle (1ª Parte)



Conoces la ciudad que vives. Caminas por sitios recurrentes. Los que te gustan, los que te pillan de paso, los que te acercan a tu familia, los que disfrutas al estar con amigos. Y al final, con el tiempo, conoces a las personas que andan por esos mismos sitios con la misma frecuencia, y quizás con las mismas circunstancias, que tú. Desconocidos conocidos que ni si quiera son de tu barrio, si no de aquellos lugares por los que uno se mueve.


Sin contar con los de los estancos, panaderos, camareros, chinos, pakis y demás que, obviamente, te acabas sonando y saludando, la de personas extrañas que uno va conociendo a lo largo de la vida.


Este es solo un pequeño ranking.


1.) El Hitler de cafetería de la Escuela de Industriales: un hombre de edad desconocida, con su bigote, pues eso, a lo Hitler, y un mogollón de tics entre los que destacaba el de tocarse la nariz y luego el reloj intermitente y repetidamente. Si no iba con uniforme, desde luego se apañaba un total look con complementos del Coronel Tapicoca o whatever.


2.) Los Gemelos Heavys de la Gran Via: ¿quién no los conoce a estas alturas? Diría que hasta han salido en Callejeros. Durante años y años y años han permanecido y permanecen (espero) en la esquina del antiguo Madrid Rock. Qué disgusto se llevaron los pobres cuando lo chaparon. Desde entonces, ahí se han quedado. En invierno con chupas y en verano con micro shorts. Son mis favoritos.


3.) El marroquí de debajo de casa: habla como un marciano y no es cuestión del idioma. Habla, habla, habla, se caga en todo, habla, habla, habla. Y nadie le entiende. Inofensivo absoluto aunque da un poco de cosa. Kike es testigo de que cambia del arameo al perfecto castellano en milésimas cuando entra en el estanco y pide: "un Fortuna blando, por favor." 


4.) El viejito en pijama del banco: todas las mañanas está en el mismo banco en Plaza de Cataluña, en frente del Zurich, en pijama. Y no es que duerma allí. Llega todo aseado y se sienta a ver las horas pasar. Parece majo y tierno pero no lo es. Luego es un guarro que dice obscenidades. Pero no todo el rato. Por eso engaña.


5.) El hombre desnudo: Que se pasea en pelota viva entre los guiris, niños con globos y señoras con bolsas por las Ramblas. Dicen que lleva un elefante tatuado en la pelvis por aquello de hacer la broma con lo de la trompa. Yo, la verdad es que no lo he visto. El tatuaje, digo.

2 comentarios:

  1. Los heavys de la Gran Vía!! oohhh! q grandes recuerdos me traen, gracias por rescatarlos de mi memoria ;D

    Ceci

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  2. Jajaja! Es que son totales... A ver si hoy los veo y me hago una foto con ellos!!! Son los Molly Mallons de Madrid...

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