Salimos a cenar y a veces nos dejamos la mitad. Vamos al Burger y salimos petados completa e innecesariamente. Tenemos máquinas en la oficina que exprenden Bonnies y Tigretones, alimento vital para el hombre y la salud. Tiramos lo que nos sobra, tiramos la comida por la ventana...
Vamos de rebajas y compramos lo que nos sienta bien y no necesitamos, porque son 9,95€. ¿Cuántos zapatos tenemos?, ¿vestidos?, camisetas ni te cuento. Gafas de sol, pulseras, chaquetas, millones de bragas. Tiramos la ropa por la ventana...
Y nos quejamos del mal tiempo que está haciendo este verano, qué putada no poder ir a una terraza, qué putada no poder ponerte la sandalias nuevas, qué putada que quería ir a la playa...Qué putada que llueve.
Somos unos consentidos y unos caprichosos. Damos mucho ascopena, porque muy cerca de nosotros hay millones de personas que se están muriendo de hambre, que ven a su ganado y sus mínimas posibilidades de alimentarse morir. Ven a sus hijos morir.
Con las canciones que compramos desde iTunes, comería un poblado de Somalia. Pero siguen muriendo de hambre. Y pierdo la perspectiva, el equilibrio, las ganas de reír y de bailar. Aquí, como una gilipollas, buscando música para comprar y sin saber qué se puede hacer para no seguir así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario