sábado, 28 de enero de 2012

Basta ya de comer cheetos


Cuando se rompe una historia bonita, se pierde un amor, a uno se le encoge algo en el alma que cuesta tiempo volver a alisar. Pero el alma, como la ropa, se plancha un poquito y está lista para volver a ponersela y triunfar. Incluso, si le pones un poco de Toke, queda como nueva. ¡Y ya está...! A otra cosa, mariposaaaaaa...! Que las historias bonitas y los amores que se pierden son pasajeros, paparruchas. Que lo bueno güeno está por llegar... Que un amor de verdad no te deja hecha una sopa... Que a lo mejor esa historia bonita no lo era tanto y ese amor en realidad no era AMOR. Hombre ya!! ¡A la mierda!

Me entristece muchísimo ver a chicas estupendas sufriendo, llorando, hechas polvo. Me entristece muchisímo. Y me da una rabia de cojones. He probado esas mieles y luego te das cuenta de que no merecen la pena en absoluto. Como me arrepiento. Que, además de no servir para nada más que para quedarte hecha una piltrafa, el tiempo pone las cosas en su sitio y la vida te regala lo que le habías pedido y te mereces. Así que, mejor esperar ese regalo con buena pinta, cara y el ojo maquillado, no en pijama, comiendo helado y cheetos. Digo yo...

Mando este grito de esperanza y ánimo para todas aquellas amigas y mujeres de bandera, que alguna vez han estado bien jodidas, lo están o lo estarán.

Hay dos caminos a elegir. Pido a Dios no lo quiera pero, si me toca, yo me iré por el segundo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario