martes, 31 de mayo de 2011

Pitufo de Luto



No se puede recordar cuándo, pero hay un momento en el que el cuerpo deja de ser el que era. Cambia y no precisamente a mejor. Hay quien consigue mantener los modos y las formas pagando el precio del ejercicio y las verduras. Hay quien incluso se lo curra y mejora con el tiempo como la paella del día siguiente. Pero así, en plan media, cómo se estropean los cuerpos, madre mia. Por un lado o por otro, por arriba o por abajo, todos pillamos.


En un intento de parar un poco el proceso, decidí apuntarme a un Club. No es como los de Nueva York ni pincha David Guetta pero cuando entras, pasas marcando tu huella dactilar en una maquinola. Toma nivelon... Tiene gimnasio, yoga y de todo, pero aun no he encontrado dónde. Poco a poco. Paso a paso. Estoy aun en la "Fase Piscina" que para alguien como yo, ya es muchísimo.


Si cuesta recorrer el camino de ir a Decathlon, comprarse un gorro y un bañata feo, no te quiero ni contar lo cuesta arriba que se hace el momento vestuario. Cuánto culo junto. Culo arrugado, culo prieto, culo gordo, culo terso, culo blanco, todo culos. Y yo ahí también enseñando el culo con pudor. No me reconozco.


Es difícil hacerse la normal cuando jamás en tu vida has pisado un lugar como estos. Es difícil adaptarse, con prisa, con nervio, sin saber a dónde vas ni por dónde empezar. Cómo cuestan los primeros días, las primeras experiencias. Pero qué contento sale uno cuando ha hecho algo por el bien propio, cansado y con los músculos más tiesos, aunque el gorro se te haya quedado al salir del agua como al Pitufo de Luto y te des cuenta de que, quizás, puede que tengas algún moco.

1 comentario:

  1. Comparto tu experiencia al 100%... alguna de las pocas veces que conseguí ir a nadar, era un sufrimiento. Lo peor era dejar las gafas en el vestuario y tener que ir tanteando la pared hasta llegar a la piscina... No somos carne de gimnasio... más bien carne de bareto! Besos

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